Rusia vetó una condena a Siria en la ONU

Moscú se opuso a una resolución impulsada por Marruecos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que exigía la renuncia del presidente sirio Bashar al Assad. Hillary Clinton pidió no ser “cómplice” de la represión estatal.


El gobierno del presidente sirio Bashar al Assad superó ayer una prueba de fuego ante la comunidad internacional. Rusia, principal aliado de la República Árabe, impuso su poder de veto al interior del máximo órgano de decisiones de la ONU e impidió que se imponga una resolución promovida por Marruecos que contemplaba el desplazamiento del actual presidente sirio como principio de solución a la violencia, que ya lleva más de diez meses. 
“Cambiar los regímenes no es nuestra profesión”, subrayó el canciller ruso Serguei Lavrov, en un alto de su gira por Australia, explicando los motivos de su rechazo a la propuesta marroquí que se inspiraba en un plan de pacificación ideado por la Liga Árabe. Precisando su punto de vista, el jefe de la diplomacia rusa señaló que, para su país, “la decisión debe ser siria y deben ser los sirios, es decir todos, los que se sienten en la mesa de negociaciones y se pongan de acuerdo”. Esta es la razón que esgrimió Moscú para proponerse como mediador e invitar a representantes del gobierno sirio y de la oposición a reunirse en su país para discutir una “salida política” a la situación actual.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), una organización que nuclea a la oposición en el exilio, rechazó de plano esta propuesta, señalando que “sin el derrocamiento de Al Assad, no habrá negociaciones”. Burham Galiun, uno de los líderes de la CNS, argumentó que “la caída de Al Assad es la condición para el inicio de conversaciones con el objetivo de llevar a cabo un proceso de transición hacia un gobierno democrático”.
Este cruce de opiniones dejó al Consejo de Seguridad de la ONU en punto muerto por segunda vez en lo que respecta al conflicto sirio. En octubre de 2011, China y Rusia ya se habían opuesto a otra resolución condenatoria. En un último intento por torcer la discusión al interior del Consejo de Seguridad, la secretaria de Estado de los EE UU, Hillary Clinton, instó a todos los miembros de este órgano a apoyar el plan de transición para Siria. De lo contrario, agregó, se convertirían en “cómplices” de la prolongada ola de violencia que atraviesa el país. 
Efe y Ansa

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