La CGT le pidió a Cristina que sea candidata para defender el modelo

El jefe de la central obrera, Hugo Moyano, reclamó que la presidenta compita por un nuevo período “como reclama el pueblo”. Defendió el proyecto de participación en las ganancias empresarias y la incursión sindical en la política.


Hugo Moyano esperó casi 40 minutos para decirlo en el final de su discurso, con el suspenso en su punto máximo y el efecto algo dramático de una despedida ante más de 400 mil trabajadores. “Señora presidenta de la Nación, compañera Cristina Fernández de Kirchner, yo le digo, con esta presencia de esta concentración multitudinaria, que si usted va a la reelección, como reclama la inmensa mayoría de nuestro pueblo, todos los luchadores que dieron su vida por los trabajadores y el pueblo en su conjunto, que ofrecieron lo más preciado, que es la vida, y en nombre de ellos menciono al general Perón, Eva Perón y Néstor Kirchner, van a descansar en paz porque sabrán que su obra continuará en sus manos”, pidió públicamente el secretario general de la CGT desde el escenario montado sobre la 9 de Julio.
El pedido de Moyano fue avalado por una nueva explosión de petardos, el sonido de los bombos y las bengalas de humo verde que identifican a Camioneros. Minutos antes, mientras realizaba la última argumentación de un elaborado discurso de 45 minutos, el jefe de la CGT había vaticinado que una eventual candidatura de Cristina no encontraría demasiados obstáculos en la oposición. “Lo que vemos al lado se desmorona solo”, describió con algo de malicia. En ese mismo párrafo, el secretario general de la CGT deslizó que la reelección de la presidenta es “la garantía que permitirá profundizar el modelo”. Con el rostro sonriente de Kirchner a sus espaldas –el palco estaba decorado con una gigantografía del ex presidente envuelto en una bandera argentina–, Moyano terminó su disertación con una arenga: “A seguir luchando.”
El secretario general de la CGT cumplió con lo que había anticipado el jueves a la noche en una aparición en TV. Allí había dicho que el objetivo de la concentración era hacer “un acto de reflexión” junto a los trabajadores. Y ayer siguió al pie de la letra todo lo que había planeado. Dedicó gran parte de su relato a rememorar los logros de Kirchner y Cristina Fernández en sus respectivos mandatos. Cuando llegó el momento de las exigencias, de transmitir las demandas del movimiento obrero, Moyano reclamó con todo el énfasis posible que el Congreso sancione el proyecto de ley de participación de los trabajadores en las ganancias empresarias. “Le voy a pedir el compromiso al presidente de la Comisión de Trabajo de Diputados (por Héctor Recalde). Tiene que salir la participación en las ganancias. Este año tenemos que tener la ley para que los trabajadores puedan disfrutar de su esfuerzo y sacrificio”, pidió alzando un poco la voz.
Inspirado en el artículo 14 bis de la Constitución, que sigue incumplido desde 1957, el proyecto en cuestión prevé, en una primera etapa, que las empresas con más de 300 trabajadores y alta rentabilidad distribuyan una parte de las ganancias entre sus empleados. El cálculo de lo que se compartirá entre los trabajadores depende de la utilidad anual de las compañías, sin contar impuestos e inversiones. Según el borrador elaborado por Recalde, cada empleado recibirá una proporción de las utilidades que se determinará según salario, antigüedad y categoría. El monto tendrá carácter no remunerativo, por lo que la empresa no deberá afectarla al pago de aportes. Tampoco será computada para el cálculo del Impuesto a las Ganancias, cuyo pago se ha convertido en un tema extremadamente sensible para las actividades con promedio salarial alto.
Aparte de pedir la reelección de Cristina y de reclamar la sanción de la participación en las ganancias, Moyano volvió a defender la incursión en la política del sindicalismo peronista. Esa participación tuvo sus primeros pasos con la fundación de la Corriente Nacional del Sindicalismo Peronista (CNSP) y su rama juvenil, la Juventud Sindical, y hoy se encuentra ante un momento complejo, en medio de la puja por espacios y candidaturas dentro del justicialismo. “Los trabajadores no estamos sólo para hacer concentraciones y depositar el voto. Estamos para hacer análisis como estos y también, por qué no, para ocupar cargos en las listas o en los gobiernos. Tenemos el derecho y la obligación de asumir responsabilidades”, subrayó Moyano desde el micrófono.
La frase del camionero sobre el protagonismo político de los trabajadores fue escuchada con atención desde la primera fila del palco. Allí estaba ubicado casi todo el Gabinete, entre ellos los ministros de perfil político, como Julio De Vido (Planificación), Florencio Randazzo (Interior), el jefe de Gabinete Aníbal Fernández y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini. En el escenario también se vio a Julio Piumato (Judiciales), Andrés Rodríguez (UPCN), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Omar Viviani (taxistas) y a los hermanos Pablo y Facundo Moyano, quienes representaban al sindicalismo alineado bajo la conducción del camionero.
Atentos a los símbolos, los organizadores habían ubicado a De Vido y al gobernador Daniel Scioli a ambos lados de Moyano. De Vido es el interlocutor preferido del secretario general de la CGT en el gobierno; Scioli fue el único gobernador que asistió al acto. Cuando comenzó la desconcentración, ante una avalancha de periodistas, el jefe de Gabinete fue consultado por las aspiraciones electorales de la CGT. “Todos tienen derecho a tener aspiraciones y a querer ocupar puestos. Pero después es una discusión de otras características”, fue su respuesta, algo elusiva.
Moyano también se refirió a la convocatoria al Diálogo Social que le hizo llegar la jefa de Estado. “La presidenta ha convocado para el día lunes a la CGT. Allí vamos a estar, y vamos a poner toda nuestra buena colaboración para que esa convocatoria del gobierno se pueda llevar a cabo”, garantizó.

FUENTE: TIEMPO ARGENTINO

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